domingo, 15 de noviembre de 2009

Derribados: lo contrario a la soberbia

Esta noche se palpita algo nuevo en Río Grande. Cada día que pasa uno se entera de nuevas bandas que pululan por la urbe aislada en medio de una llanura infinita, apenas penetrada por el camino. El viento pega fuerte, pero de a poco es atravesado por el sonido de nuevas guitarras, por voces que desean ser escuchadas. Hay que ponerle ruido al medio ambiente y a eso vienen los Derribados, a hacerle frente al silencio.

La sala del Centro Cultural Yaganes se llena de viejos compañeros del secundario, amigos de vaya uno a saber de cuándo y de dónde, rostros conocidos de nombre borroso. Un hombre afina su guitarra en el escenario, y yo me acerco en la penumbra para identificarme.


Detrás del escenario flota en el aire la emoción de un proyecto gestado desde hace años y concretado hoy con enorme expectativa. Todos ríen, hay buen clima, músicos que han estado preparándose para esto desde hace meses internados en la disciplina del ensayo y la composición. El sonido está listo, las luces también, la gente llega de a poco confirmando el alcance que en esta ciudad tiene el boca en boca.


Hacemos la nota, sacamos las fotos y nos vamos adelante para dar rienda suelta a la emoción de las nuevas letras y acordes. Los tres primeros temas salen de forma bastante natural, y el oído se acostumbra a esas líneas bluseras que prorrumpen en el soul más crudo, para dar paso al descarnado rock de guitarra que tanto amamos en estas tierras. “La idea es no hablar tanto, sino tocar, así que tocaremos”, indica Diego Lasalle, voz líder del grupo. Y siguen tocando.

Incluso hay tiempo para decir algo que todo el mundo piensa, queremos que aparezca Sofía Herrera. La letra de “Sin Descanso” ilustra el dolor de la desaparición inexplicable, “Viviré pensando que ella vendrá, ¿cuánto más hay que esperar?”, clama Diego con la imagen de la nena de fondo. Termina la canción y el hombre del micrófono dice: “esperamos que los padres de Sofía se enteren que de esta manera los apoyamos”, seguido de un aplauso de aprobación.

El saxo de Darío Ferreira hiere la sala acompañado de la brillante guitarra de un Martín Cabello que ejecuta su instrumento con los ojos cerrados. El baterista Mauricio Proboste permanece escondido detrás de la bata haciendo notar su presencia con un ritmo cuidado y parejo, y Víctor Andrade acaricia las cuerdas del bajo que llega a conmover las entrañas con su retumbe.

Finalmente, llega el momento de invitar a otro músico. Pablo Zapata, saxofonista de F.U.T.U.R.O., se mueve acompasadamente junto a Darío aportando su característico ska al que ya nos tiene acostumbrados. Los aplausos, un bis de “Alma Errante” y el agradecimiento final terminan con un recital que hace tiempo estábamos esperando.

Antes de tocar, esto me decían Diego Lasalle y Darío Ferreira:

P: Darío, ¿este es el recital debut?

Darío Ferreira: es el puntapié inicial. Ojalá que sea para una carrera muy, muy larga, porque el estamos poniendo una energía terrible. Y algo que nos está pasando es recuperar la felicidad de tocar en vivo, de tocar con amigos, y hacer música propia con letras propias. Música original. Reencontrarnos con la felicidad de la música. Nosotros hace mucho tiempo que tocamos, cada cual con su proyecto personal, y realmente es un placer juntarnos a ensayar, y hoy en la noche del debut mucho más.

P: ¿Hace cuándo que está gestándose esta banda?

DF: La idea original la tuvieron Diego Lasalle y Martín Cabello, hace mucho más de un año. Pero hace seis meses que pudimos concretarlo en un ensayo real, y el día que tocamos los cinco juntos dijimos “ésta es la banda”.

P: Vos también tocás en la Banda Municipal..

DF: Sí es cierto, pero este es un proyecto más personal. Es más agradable hacer esto porque uno puede expresar todo lo que tiene adentro.

P: Bueno, a vos Diego se te vé muy ansioso por este primer recital que ya tuvo algunos adelantos anteriores..

Diego Lasalle: Hemos hecho adelantos no con gente pero sí con ensayos y con gente amiga que se ha acercado a visitarnos, hemos tenido prensa por suerte, nos han dado una mano muy grande. Y ésa no es una presentación oficial, pero hay gente que ya conoce tus canciones y eso te da una gran felicidad.

P: ¿Cómo podrías definir el estilo que tiene la banda?

DL: Bueno, el estilo..(sonríe)..es una cosa complicada. Vamos por la huella del rock, una huella que nos lleva por varios lugares, y nosotros aceptamos todos esos lugares y los encaramos. Tenemos funky, un poco de soul, varias ramificaciones. Entonces como dijo Darío en algunos de los reportajes nosotros no nos privamos de hacer música. La música no es sólo un estilo, entonces esto es lo que venimos a proponer hoy.

P: Mientras tanto han tenido algunos inconvenientes, alguna vez les entraron a robar parte de los instrumentos, han tenido que cambiar de sala de ensayo, y es difícil no desanimarse como músicos cuando te pasan estas cosas…

DL: Sí, la verdad que eso fue un golpe bastante duro, porque uno apuesta a su sonido, a su instrumento, e invierte mucho dinero. Pero esa gente que nos robó es lo único que sabe hacer, es salir y robar, porque pobres no les da la cabeza para otra cosa y se aprovechan de la gente laburadora. Nosotros tenemos la tranquilidad de que nade nos va a parar, y menos estos pobres pibes que entran a afanar. Así que seguimos invirtiendo en nuestros instrumentos, Martín se compró una guitarra nueva, yo estoy apostando a otro tipo de pedales, Víctor se comprará un equipo nuevo, y así quedamos. Pero como te decía esto no nos para, no te vamos a negar que nos bajoneó un poco. Conseguimos una sala nueva en la casa de nuestro baterista, Mauricio Proboste, y seguimos adelante. Llegó la fecha y estamos con todas las pilas puestas para hoy.

P: ¿Tienen algún mensaje como banda para transmitir a la gente?

DF: El mensaje se va a definir cuando la gente escuche nuestras canciones. Hacer música es un 50 %, la otra mitad es lo que le pase a la gente con nuestras canciones. Cuando pase algo con nuestras canciones en la cabeza y los corazones de la gente ahí va a estar nuestro mensaje completo.

P: ¿Qué podrían decirles a los chicos que aún no se hayan animado a armar una banda?

DF: ¡A tocar!, hay que tocar, nada más.

DL: Hay que tocar, no hay otro secreto. Y tampoco hay que rendirse en la primera derrota, porque cuando uno hace canciones propias quiere que a la gente le guste, y si a la gente no le gusta vos tenés que estar convencido de lo que hacés y continuar porque si le llegás a una sola persona eso es importantísimo. Hay bandas que tienen la suerte de llegar a millones, otros a miles, otros a cientos, y otros a nadie. Nosotros todavía estamos en el nadie y esperamos llegar a los millones.


Los Derribados son:

Darío Ferreira en Saxo;

Martín Cabello en Guitarra y Coros;

Víctor Andrade en Bajo;

Diego Lasalle en Guitarra y Voz;

Mauricio Proboste en Batería.



(Agradecimientos al grupo Derribados y amigos por la buena predisposición para esta nota).