jueves, 21 de mayo de 2009

F.U.T.U.R.O, una banda que apuesta a la posteridad

“Che loco, ¿vas a venir al recital de esta noche? Tocan los chicos de F.U.T.U.R.O”. La invitación consigue atraer mi atención, sobre todo por ese nombre tan peculiar y relevante. Mi amigo y compañero de los de la banda me mira con un aire de estar hablándome de algo sumamente auspicioso, de una calidad hasta ahora pocas veces vista en nuestra ciudad tan dolorosamente alejada de las emociones explosivas de las grandes urbes.

“Sería algo muy bueno para publicar”, le contesto, digiriendo de antemano la atmósfera de una charla entre varios chicos ansiosos por tocar cada nota tal cual la ensayaron, y yo. La juntada para la foto, la pregunta “¿de qué medio sos?”, o la típica “¿Qué vas a hacer con la nota?”.

La pizza, las empanadas y las gaseosas circulan sin freno en la previa del show, con esa simpleza y la frescura del boca en boca, las luces, las sillas donde ya hay algunos chicos y chicas sentados. De a poco caen los amigos, que miran sin disimulo la batería y los instrumentos que ya están preparados para anunciar un futuro de redención para la humanidad.

La chica del micrófono y el camarógrafo hacen algunas preguntas, que los chicos contestan entre risas y nerviosismo, poniendo cara de que somos re copados pero lo bastante serios para explicar nuestro mensaje. La chica pregunta al final de la nota si no hay problema con filmar parte del show, y el tecladista Gustavo Godoy contesta en tono de broma “Eh no no, eso nooo” (risas). Dos chicas más amigas o probables novias de algunos de los siete integrantes del grupo filman todo y también ríen. El clima es afable, lo cual me permite entrar en onda en seguida. Prendo el grabador y comienza la charla más importante del día, luego de intentar pedirle al tipo del sonido que ponga una música con más onda que el himno a los muertos que sale de los parlantes….

P: ¿Hace cuánto que vienen con la banda? ¿Es la primera vez que tocan?

F.U.T.U.R.O: En sí la banda tiene 10 años, el nombre es F.U.T.U.R.O. Después de un tiempo la banda se disolvió y es la nueva formación la que se va a presentar, y está armada hace ocho meses.

P: ¿Qué estilo hacen?

F: Hacemos un estilo variado, rock con funky y jazz, fusionamos un par de estilos y un par de melódicos por si a alguien le gusta.

P: Ajá, y las letras de F.U.T.U.R.O son siglas que significan…

F: El nombre son siglas que corresponden a los atributos de Jesús y de Dios, en quien nosotros creemos, y que significan Fiel, Unigénito, Todopoderoso, Único, Rey y Omnipotente.


P: ¿Cuál es el mensaje central que intentan plasmar a la hora de componer sus letras?

F: En el mensaje se trata de llegar siempre con la palabra de Dios, siempre las letras hablan de Dios, y nosotros queríamos lograr a través de nuestra música que la gente sea bendecida con nuestros temas como fuimos bendecidos nosotros y que noten el cambio de la diferencia que significa ser cristiano frente a los demás.

P: Cómo se sienten posicionados como banda en una ciudad como Río Grande donde la gente es un poco reticente de escuchar algunos estilos..

F: Nosotros más que nada formamos un grupo para tocar, y que de acá vayan surgiendo las cosas y ser conocidos como banda cristiana pienso que está bien, no hay muchas bandas cristianas en Río Grande, y pienso que si podemos marcar la diferencia entre otras bandas como cristianos estaría bueno eso.

P: ¿Qué proyectos tienen para más adelante, ya están cerca de alguna grabación?

F: La idea y el proyecto de grabar está, ahora a futuro es la posible presentación con el grupo Rescate que es un grupo a nivel nacional e internacional cristiano de rock muy conocido, es más, los chicos creo que tocan acá un viernes y el miércoles de la misma semana anterior van a andar por España y para nosotros es un salto muy grande. Después viene la grabación y bueno, Dios nos guiará a ver qué surge.

P: ¿Piensan tocar solamente en Río Grande, o tienen pensado ir a Tolhuin o a Ushuaia?

F: Justamente el sábado estuvimos en Ushuaia, el año pasado también, la idea como banda más allá de llevar el mensaje cristiano es poder llegar a la gente de la isla, de poder surgir y no morir acá como pasa con muchas bandas sean o no cristianas.

P: ¿Suelen tener un buen recibimiento por parte del público?

F: Por lo general tenemos una buena recepción por parte del público, vemos mucha participación. Eso está bueno también, podemos hacer una interacción con la gente que es lo más importante.

P: No sé si quieren agregar algo más…

F: Lo importante de todo esto es que esta noche, aparte de hacer buena música, vamos a hacer temas que tienen muy buena letra, y que son para reflexionar.


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Las luces se apagan, y los primeros acordes de una guitarra acústica atraviesan la sala del Centro Cultural Yaganes, que recibe a los chicos para promoverlos en un ciclo llamado “Cuando el Río Suena”. La mayoría y quien les escribe somos cristianos, y los invitados van pasando de a uno para cantar un temita con la banda. Luego de la parte romántica, los saxos se fusionan en una vorágine arremolinada de vítores y de vamos chicoooooooooo sssssssssss!!!!

Los integrantes de F.U.T.U.R.O son:
José Millacahuin, bajista, 22 años
Gabriel Díaz, guitarrista, 21 años
Mariano Álvarez, baterista, 23 años
Walter Delgado, cantante y guitarrista, 24 años
Gustavo Godoy, teclado y segunda voz, 18 años
Pablo Zapata, saxofonista, 25 años
Cristian Igor, saxofonista, 19 años



(Agradezco a Mauricio León de la Subsecretaría de Cultura y amigo de los chicos en el Centro Cristiano, quien me tiró amablemente el dato del recital y cantó como invitado, y a los chicos que me dieron la nota con muy buena onda).

lunes, 11 de mayo de 2009

Apuntalar el gusto por la música

La sala del Centro Cultural Yaganes aún está vacía. Miramos a la puerta con insistencia, como llamando con la mente a todos aquellos que deberían estar y no están, infame evidencia de la dormición de todo interés por parte de la gente hacia la música que nos llegó desde la Edad Media. La sensación de vacío es aplastante y lastimera, sobre todo sabiendo que me encuentro delante de una de las personalidades más destacadas que este país puede gestar, un crítico musical que se afana con todo su ser de abrir nuestras mentes con sublimes sonidos que hacen que uno pueda vivir un rato en épocas donde la tierra era plana y el mundo terminaba en terribles precipicios abismales, sostenido sobre el lomo de formidables elefantes.

Juan Carlos Montero es un prestigioso periodista especializado en historia de la música y crítica musical. Su vida transcurre entre sonidos y rostros superconcentrados en lo que este señor tenga para decir, y no es para menos: el hombre del diario La Nación sabe de lo que habla. Están leyendo de alguien que es capaz de elevar el más simple sonido de un violín tocado por una niña a la categoría de una gran obra de arte, porque ese sonido tiene un sentido, un origen palpable en la historia del alma de los hombres.

Algunos empleados del lugar se sientan adelante para rellenar las sillas, y Juan Carlos comenta, más allá de toda incomodidad por falta de público, “a ustedes les deberían aumentar el sueldo”. (Risas). Río Grande no es una ciudad que se deje conmover por portentosas publicaciones que digan que este señor viene a darnos una conferencia sobre Historia de la Música, y mucho menos por saber que trabaja en uno de los diarios más importantes del país. “Este país es un país egoísta, los músicos y artistas estables del teatro Colón cobran sueldos considerables para no hacer nada, y podrían hacer una gira por todo el país porque tienen todo, los instrumentos, el vestuario, todo”, comenta Juan Carlos, con ese enojo contagiante de alguien que tienen razón en lo que dice, y remata contestando mis apreciaciones: “la música clásica no está reservada a un público “culto”, sino a todo aquel a quien le guste escuchar ese sonido, ese trino, esa melodía, y pueda apreciarla”.

El Festival Internacional Ushuaia, un espléndido intento de atraer turistas hacia el extremo sur del continente, nos ofrece en estos días la posibilidad de disfrutar de conciertos de cámara y de orquestas sinfónicas que vienen desde Praga o Moscú, que solamente hemos visto en la tele y que la mayoría de nosotros nunca tendrá la posibilidad de ver en vivo en un escenario de Europa a cientos de euros la entrada. Los conciertos se llenan de gente en su mayoría mayor de cuarenta años que largan un rato el Chaqueño Palavecino para escuchar los aires antiguos del Viejo Mundo que hasta ahora sólo salían de los cds que se venden a diez pesos cada uno en el supermercado. Juan Carlos viene a Tierra del Fuego a contarnos un poco de qué se trata esto, por qué los compositores clásicos juntaron todo ese glorioso ruido para ponerle onda a un mundo callado y encendido de plena oscuridad, llevados por esa inquietud de hablar el lenguaje inefable del espíritu.

Flasheo aparte, aquí va la palabra de nuestro estimado:

Juan Carlos Montero: Es la primera vez que tengo la oportunidad de venir a Río Grande. Mi visita es netamente musical, voy a tratar de enganchar a quien quiera conocer la evolución de la historia de la música, desde la antigüedad hasta nuestros días. Es un proyecto muy ambicioso, no creo que en una hora se pueda llegar al dodecafonismo y a todo lo que pasa en el siglo actual. Vamos a comenzar con la época de la Edad Media con sus ciudades amuralladas, luego la llegada de Claudio Monteverdi y lo que significó para la música de la época.

P: ¿Cómo es trabajar en un medio tan importante como La Nación? Usted hace un recorrido que seguramente lo vincula con muchos espacios musicales..

JCM: Es un orgullo pertenecer a uno de los diarios más importantes del país de mayor tradición, con un público lector que mayoritariamente gusta de los conciertos, óperas y espectáculos de comedia musical.

P: ¿Ya ha participado de este Festival antes?

JCM: No es la primera vez que participo del Festival de Ushuaia, solo que esta vez he venido a brindar dos charlas. El tema es cómo explicar que la música no debe ahuyentar a la gente. Hay que apuntalar el gusto por la música.

P: ¿Y qué destinos esperan a Juan Carlos Montero de aquí en más?

JCM: Tengo varias clases en la Biblioteca de Mujeres de Buenos Aires, tengo en el ciclo Mozardeum una presentación, son varias actividades en instituciones culturales con entrada libre y gratuita donde se hacen charlas sobre distintas ramas de la cultura en general.

P: ¿Y la gente se interesa por la música?

JCM: La gente se interesa por la música, pero lamentablemente estoy observando que el problema básico es interesar a los niños, no hay más coros en los colegios ni maestros dedicados a la clase de música más allá de lo teórico, enseñando la música haciéndolos escuchar más y mejor.

P: Lo cual, seguramente, representa para usted un enorme desafío..

JCM: Es un desafío porque estamos tratando de buscar nuevos públicos, porque es lo que en definitiva hace subsistir la música académica, y no que los músicos profesionales tengan que deambular por todo el país buscando trabajo porque las orquestas están mal pagas o no les alcanza si no tienen dos o tres actividades para llegar a fin de mes. Es importante que los gobiernos apuntalen la actividad artística.

P: Por último, ¿qué tiene para decir a los pibes que quieran engancharse con la música clásica?
JCM: Que escuchen música, no importa eso de “no entiendo nada”, eso no existe. Que busquen a ver si les agrada al oído lo que están escuchando. Nada más que eso. Que se entrenen sabiendo solamente “bueno, esto es una obra de Beethoven, esta otra es una obra de Schwember, quien es el que inventó disolver la tonalidad, a ver si me gustó”. Nada más que eso, escuchando.

Así que pónganse las pilas muchachines/nas, que no todo es Supermer-K-2 o Intoxicados. Hay algo más allá afuera que también fue hecho para ustedes. No voy a reproducir el concepto de música culta, al contrario, escuchen y vean. Escuchen cumbia, y relájense con Bach. Y si no saben quién era este tipo, busquen en el Google..

(Agradezco la gentileza de Daniel Polo, diseñador gráfico de Río Grande y responsable del nuevo diseño de este blog, quien me cedió amablemente las fotos de Juan Carlos Montero).